En el lugar los peregrinos pasarán el día rezando y pidiendo clemencia a Alá, en el segundo día del hach.
Grupos de fieles vestidos de blanco empezaron a caminar de noche hacia el Monte Arafat. Algunos empujaban a parientes suyos en sillas de ruedas, otros bebían agua en un día que puede ser duro físicamente.
A primera hora del lunes, el tiempo era cálido y ventoso tras las fuertes lluvias del domingo por la noche.
Fue en ese monte donde, según la tradición islámica, el profeta Mahoma pronunció su último sermón para los musulmanes que lo habían acompañado en el peregrinaje al final de su vida.
El hach es uno de los cinco pilares del islam de cumplimiento obligatorio para todos los musulmanes, al menos una vez en la vida siempre que dispongan de medios para hacerlo.
La peregrinación terminará con el Eid al Adha, una fiesta de tres días seguida del ritual de la "lapidación de Satanás".
Este año, más de dos millones de musulmanes del mundo entero realizan el gran peregrinaje, precisaron las autoridades sauditas.
AFP.com
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