El ministro del TSE del gigante suramericano, Sérgio Banhos, argumentó el jueves que el expresidente encarcelado está condenado, sin pruebas, con “asuntos criminales que no pueden ser analizados por la Justicia Electoral”.

El equipo de defensa de Lula ha rechazado este viernes la justificación de Banhos insistiendo en que su cliente puede aprovechar todos sus derechos políticos, tal y como el pueblo tiene derecho de conocer sus ideas para sacar a Brasil de la crisis.

“Arte. 16-A. el candidato cuyo registro se encuentra bajo júdice puede llevar a cabo todos los actos relacionados con la campaña electoral, incluyendo el uso de horas libres electorales en radio y televisión. ¡La ley es para todos menos uno!”, ha denunciado la defensa.

De este modo, ha llamado a la Justicia Electoral a respetar los derechos del candidato y de los electores en vez de considerar “las condiciones carcelarias”.

El miércoles, el Partido de los Trabajadores (PT) formalizó la candidatura de Lula para las elecciones de octubre, para las que parte como favorito en la mayoría de las encuestas. Sin embargo, es poco probable que pueda presentarse, dado que la ley brasileña veta las candidaturas de condenados en segunda instancia, según indicó la procuradora general de Brasil, Raquel Dodge.

El pasado mes de junio, el exmandatario pronosticó que, en octubre, Brasil elegiría un gobierno democrático, con legitimidad para revertir la agenda del “entreguismo” y el “ultraliberalismo”. 

Lula tampoco pudo asistir al primer debate electoral que se llevó a cabo el pasado 10 de agosto, en que participaron ocho de los 13 candidatos a la presidencia, debido a una orden que emitió la jueza Bianca Arenhart.

HispanTV.es

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