Según informó el martes el Instituto Nacional de Antropología e Historia mexicano (INAH), la caverna mortuoria de Puyil, ubicada en el municipio de Tacotalpa en México, tiene hasta 7000 años de antigüedad y pertenece a los ancestros prehistóricos de la civilización maya.
El análisis de ADN llevado a cabo por los expertos estableció, además, que esa gruta, conocida como ‘La cueva de los ancestros’, funcionó como un templo mortuorio con anterioridad a la civilización maya, la cual adaptó y continuó con esta práctica ritual de sepultar allí a los difuntos.
“7000 años de antigüedad los ubican justo en el momento del proceso de la transición de los cazadores recolectores al sedentarismo”, precisó Luis Alberto Martos, el arqueólogo encargado del proyecto.
A este respecto, Martos explicó que el hallazgo prueba que “los cráneos antiguos estaban en contexto con los materiales mayas, quienes conocían esta cueva” y la reutilizaron “respetando los huesos que ahí había”.
HispanTV.es
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