Especialistas advierten sobre los riesgos de consumir leche cruda, debido a que atenta contra la seguridad alimenticia.
El debate se reavivó luego de que el Gobierno Autonómico de Cataluña emitiera un decreto mediante el cual autoriza la venta de leche cruda, según reza un comunicado de la Generalitat.
La pediatra Lucía Galán, en un artículo publicado en su blog 'Lucía, mi pediatra', explica los riesgos de tomar leche cruda, que –aclara– es aquella que se toma directamente de la vaca y no ha recibido ningún tratamiento térmico. Señala que los peligros incluyen "infecciones varias, que pueden ir desde una simple gastroenteritis hasta la muerte".
Galán cita a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU., institución que ha señalado que la leche cruda, que también puede provenir de ovejas y cabras, "puede albergar microorganismos peligrosos que representan riesgos graves para la salud".
Además de la FDA, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de los EE.UU. ha publicado informes que evidencian que desde 2007 han aumentado los brotes de enfermedades relacionadas con el consumo de leche sin pasteurizar.
Bacterias peligrosas
Según Galán, esa leche puede contener bacterias peligrosas como Salmonella, Brucella, Escherichia coli y Listeria, responsables de causar numerosas enfermedades.
Son bacterias que pueden pasar de los animales al hombre al consumir sus productos, como la leche sin pasteurizar.
En el caso de la Brucella, produce brucelosis o fiebre de Malta, explica un artículo de National Geographic, una "enfermedad que puede llegar a ser mortal y cuyo tratamiento es largo, difícil y requiere de un agresivo tratamiento con antibióticos".
La FDA advierte, en su texto, que los riesgos aumentan cuando la leche cruda es consumida por personas con "sistemas inmunitarios debilitados", como "adultos mayores, mujeres embarazadas y niños", en los cuales los microorganismos allí presentes "pueden ser particularmente peligrosos".
¿Qué hacer al comprar leche cruda?
Genma del Caño, farmacéutica especializada en biotecnología y seguridad alimentaria, ofrece algunas recomendaciones.
Sugiere garantizar un correcto transporte en el envase, que nos asegure que no esté contaminado; al llegar a casa, hervir tres veces la leche, y luego refrigerarla a temperaturas de entre 1 y 4 grados centígrados.
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