Según los militares japoneses, fue un misil Rodong con alcance de 1.300 kilómetros disparado probablemente desde una plataforma móvil, porque no se habían detectado los preparativos del lanzamiento.
Para evitar semejantes sorpresas a futuro, el Gabinete decretará un estado de alerta permanente en los destructores equipados con sistemas Aegis y en las baterías de misiles tierra-aire PAC-3, informó la cadena de televisión NHK que cita fuentes gubernamentales.
La práctica actual consiste en dar la orden de derribar misiles en cuanto se descubren los preparativos para lanzamiento, y revocarla en cuanto la amenaza ha pasado.
El Consejo de Seguridad de la ONU prohibió a Corea del Norte llevar a cabo ensayos nucleares y de misiles balísticos, pero Pyongyang, según han calculado militares surcoreanos, realizó más de 30 lanzamientos desde que en 2011 subió al poder su nuevo líder, Kim Jong-un.
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