Los dos altos mandos, durante una reunión el jueves en la Casa Blanca, en Washington, la capital estadounidense, hicieron énfasis en la necesidad de seguir presionando diplomáticamente al Gobierno venezolano y acordaron coordinar sus esfuerzos en este ámbito.

“Los dos líderes (...) reiteraron la necesidad de mantener la presión sobre el régimen de Maduro y abordar el trágico colapso de la democracia en Venezuela”, se lee en un comunicado de prensa difundido por la Casa Blanca.

Del mismo modo, las partes acusaron al Gobierno de Caracas de actuar de una manera “dictatorial” mientras que pidieron el apoyo de la comunidad internacional y, en especial, los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) para aplicar más presiones sobre Venezuela.

En lo referente a una posible intervención militar en Venezuela para, supuestamente, restaurar la democracia en este país sudamericano, aseguraron que no hubo discusión alguna durante la reunión sobre posibles acciones bélicas contra el Gobierno de Caracas.

“No se habló de intervención militar. Yo nunca he hablado de propiciar intervenciones militares”, afirmó el presidente colombiano tras la reunión aunque acusó al Gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro de llevar a cabo un “genocidio” en contra del pueblo venezolano y exigió que Maduro, junto con otros altos mandos venezolanos, sean procesados antes entes penales internacionales.

La escalada de tensiones entre Venezuela y EE.UU. se debe, asimismo, a las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer más sanciones contra el Gobierno de Maduro, una medida rechazada tajantemente por las autoridades venezolanas y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ya que ha causado la escasez de alimentos y medicinas en el país bolivariano.

HispanTV.es

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