“El Vaticano está siempre listo para ayudar cuando es posible y es útil”, aseguró el nuncio apostólico en Venezuela, monseñor Aldo Giordano, y lo confirman las actuaciones de esa instancia en la resolución de conflictos en todo el mundo.

Por ser la religión que cuenta con más seguidores, la Iglesia católica tiene una influencia fundamental en la política interna de los países y en la diplomacia de las relaciones internacionales.

Prueba de ello es que “el Vaticano siempre se ha interesado por la resolución de conflictos y la mediación (…). Los casos más relevantes son el del conflicto del Beagle entre Chile y Argentina (1978), la Revolución Polaca y, por último, la caída del Muro de Berlín (1989)”, aseveró monseñor Giordano en su participación en el foro “Acuerdo ante la crisis”, realizado el martes por el Parlamento Latinoamericano, capítulo Venezuela.

En el caso del conflicto entre Chile y Argentina, la mediación de la Santa Sede llevó a que fuera Roma el lugar escogido para que se firmara entre ambos países el Tratado de Paz y Amistad del 29 de noviembre de 1984, que sigue vigente y por el cual, en 2008, las presidentas de ambas naciones edificaron un monolito en su frontera común “para recordar la mediación de Juan Pablo II que detuvo la guerra”.

“El papa Juan Pablo II logró que desde 1978 hasta 1983 y mediante la diplomacia del cardenal Antonio Samoré -apodado ‘el Kissinger del Vaticano’-, se evitara la guerra entre ambas naciones suramericanas y se pudiera negociar una solución pacífica a la disputa”, indicó el nuncio en Venezuela.

“El mediador cumplió lo que se podía en aquel momento: impedir la guerra, mantener estabilidad en la región, resolver los conflictos que aparecían y mantener el diálogo entre las partes, gracias a la paciencia y autoridad moral del mediador”, relató el prelado.

Apoyo de Francisco. Más recientemente, los resultados de la mediación de la Iglesia y de “la diplomacia de misericordia”, promovida por el papa Francisco, pueden observarse en las conversaciones y acuerdos logrados entre Cuba y EEUU después de un conflicto de más de 50 años.

En ese caso, la mediación del Vaticano, en la figura del Pontífice, se centró en resolver puntos relevantes en la actualidad y promover conversaciones entre ambos gobiernos.

“Quiero agradecer a Su Santidad, el papa Francisco, quien con su ejemplo moral nos muestra la importancia de buscar un mundo como debe ser, en vez de simplemente conformarnos con el mundo que tenemos”, expresó Barack Obama, presidente de Estados Unidos, a Francisco.

Actualmente, el Papa funge de mediardor en otros temas importantes, como las conversaciones entre Israel y Palestina, el cierre de Guantánamo, la reforma migratoria de Estados Unidos y la colaboración de Turquía con los refugiados europeos.

En ese sentido, monseñor Giordano explicó el trabajo del Vaticano: “Creemos que en todos los países del mundo es posible sentarse en la misma mesa y empezar caminos de negociaciones. La diplomacia del papa Francisco es una diplomacia de la misericordia, que abre caminos para donar a la no violencia, a la paz, al bien común”.

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