Un total de 56,39 millones de ciudadanos están convocados para la votación, que se prolongará hasta las 17.00 hora local.

De ellos, más de tres millones ya ejercieron su voto desde el extranjero entre el 7 y el 19 de junio.

Las presidenciales turcas serán disputadas por seis candidatos: el actual presidente, Recep Tayyip Erdogan, del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP); Dogu Perincek, del Partido Patriótico (Vatan); Meral Aksener, del Buen Partido (IYI); Muharrem Ince, del principal partido opositor CHP (Partido Republicano del Pueblo); Selahattin Demirtas, del prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP); y Temel Karamollaoglu, del Partido de la Felicidad (Saadet).

Además de las facciones políticas mencionadas, por los escaños en el Parlamento turco lucharán también el Partido Causa Libre (Huda-Par) y el Partido Movimiento Nacionalista (MHP).

Se trata de las primeras elecciones parlamentarias de Turquía a las que los partidos van unidos en alianzas: el gobernante AKP formó coalición con el MHP, denominada Alianza Popular, mientras el CHP, el IYI, y el Saadet formaron el frente unido llamado Alianza Nacional.

El resto de los partidos participarán por separado.

Los resultados de la votación no solo definirán quién será el nuevo mandatario durante los próximos cinco años y qué partidos formarán el nuevo Parlamento, sino también activarán el sistema presidencial del gobierno del país, aprobado en el referéndum constitucional de abril de 2017.

Pasar lo más pronto posible al sistema presidencialista que otorga amplios poderes al jefe de Estado, entre ellos gobernar por decretos, así como nombrar y cesar al vicepresidente y a los ministros, fue la razón principal que Erdogan esgrimió en abril pasado al adelantar las elecciones, programadas originalmente para el 3 de noviembre de 2019.

Además, la reforma aumenta el número de los escaños en el Parlamento de 550 a 600 y reduce de 25 a 18 años la edad mínima para postularse a la asamblea legislativa.

Erdogan, favorito en estas elecciones, destacó durante su campaña electoral los éxitos económicos que el país consiguió desde 2002, cuando el AKP llegó al poder, y de la lucha antiterrorista que Turquía libró en el marco de sus operaciones en el sur de Siria y en Irak contra las milicias kurdas.

Según un estudio publicado por el centro de investigación de la opinión pública Gezici, el presidente actual goza de una intención de voto del 48%, y un 48,5% de los ciudadanos del país planean votar por la Alianza Popular.
El opositor Ince, el principal rival de Erdogan, criticó tanto la política interna del mandatario actual, apuntando a la caída y de la lira turca y el aumento de la inflación, como sus acciones en Siria.

El candidato del CHP aboga por resucitar las relaciones diplomáticas con Damasco y resolver el problema kurdo.

De acuerdo con el sondeo de Gezici, el 29,1% de los electores depositará su voto por este candidato, y el 39,8% votaría por la opositora Alianza Nacional.

Si ningún candidato obtiene mayoría absoluta, el 8 de julio se llevará a cabo una segunda vuelta entre los dos principales candidatos.Sputnik