"Los jefes del Ejército Libre Sirio y Ahrar al Sham estarían dispuestos bajo ciertas condiciones a hacer las paces con el gobierno legítimo y traspasarle los territorios que controlan ahora, pero los intransigentes del Frente al Nusra y ISIS [organizaciones terroristas proscritas en Rusia y otros países], que mantienen bajo control más de la mitad de la zona, aún influencian a los moderados y dan al traste con el proceso de reconciliación", señaló Kozin.

El experto estima que en la zona operan cuatro fuerzas relevantes que cuentan con unos 12.000 combatientes.

La primera, con unos 7.000 combatientes distribuidos en una veintena de grupos, es el denominado Ejército Libre Sirio (ELS), apoyado por Israel. Es una fuerza relativamente moderada que controla entre el 35 y el 40% de la zona de distensión en el suroeste de Siria.

El Frente al Nusra, respaldado por Arabia Saudí, también incluye una veintena de grupos armados con unos 3.500 combatientes que controlan del 30 al 35% del territorio.

La tercera fuerza, la más radical, está representada por los sucesores del llamado Estados Islámico. Se compone de cuatro grupos con unos 1.500 combatientes, controla un 15% de la zona y subsiste gracias a los tributos ilícitos con que ha gravado a la población local. "EEUU, a pesar de que participó en la creación de esta zona, les apoya ilegalmente", según Kozin.
Ahrar al Sham es la cuarta fuerza relativamente importante. Son cinco grupos, con unos 800 combatientes en total, que controlan un 10% de la zona. Formados sobre el principio de territorialidad, esos destacamentos operan de forma autonóma y evitan asociarse a otros grupos. Sputnik

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