El presidente mexicano, Enrique Peña NIeto, y su homólogo argentino, Mauricio Macri, después de una conferencia de prensa en la Casa Rosada, en Buenos Aires, este viernes
El presidente mexicano, Enrique Peña NIeto, y su homólogo argentino, Mauricio Macri, después de una conferencia de prensa en la Casa Rosada, en Buenos Aires, este viernes -

La idea de futuro es poder firmar «un Tratado de Libre Comercio» entre Argentina y México. Entre tanto, los países con gobiernos que «comparten la misma visión» reflotaron una «alianza estratégica» que había permanecido en las sombras la última década. Con ese objetivo, los presidentes Mauricio Macri y Enrique Peña Nieto, firmaron un paquete de 17 convenios en materia económica, de seguridad, educación y todas aquellas vinculadas a los tres objetivos prioritarios de Macri: pobreza cero, lucha contra el narcotráfico y bienestar social.

La estancia de Peña Nieto en Buenos Aires ratificó que la mirada de Argentina, en «esta nueva etapa», no está enfocada al sur. La brújula del presidente Macri apunta más al norte y al oeste del continente. Dicho de otro modo, a la Alianza del Pacífico, a los Estados Unidos (de América) y a los de México. Unasur y Mercosur, los bloques más «bolivarianos», han dejado de ser prioridad para un Gobierno en los antípodas del de su antecesora, Cristina Fernández de Kirchner.

En la Casa Rosada, ambos presidentes se condecoraron con las máximas distinciones de sus países, se alabaron y se reconocerían afines. Hicieron declaraciones individuales pero no aceptaron preguntas de la prensa a petición, según las fuentes argentinas, de la delegación mexicana. Peña Nieto, de acuerdo a voces mexicanas, estaba preocupado por el tono y por posibles boicots a su visita. Con motivo de ésta, grupos minoritarios se concentraron en la Plaza de Mayo y marcharon hasta la Cancillería para reclamarle por las violaciones a los derechos humanos en México.

Para Macri que, en su intervención, como Peña NIeto, señalaron la importancia del respeto a la íntegridad de las personas, «la visita reconoce el entusiasmo e importancia que hay por estrechar relaciones» bilaterales, un propósito, insistió, «recíproco». En la «etapa de cambio de argentina», añadió, «compartimos objetivos» como, «pobreza cero, combate y derrote al narcotrafico y fortalecimiento del sistema institucional».

En «el momento más apropiado» como calificó el presidente argentino la visita se impuso recuperar «el acuerdo estratégico, diez años dormido», «profundizar acuerdos de comercio» y avanzar en una «mayor integración que también nos vincula en América Latina».

En este ámbito, Macri agradeció el apoyo de México para que Argentina forme parte de la OCDE y celebró que Argentina sea organizador de la reunión del G20 para el 2018, Peña Nieto, por su parte, celebró la nueva etapa de «mayor entendimiento, a partir de una visión compartida de la ruta que deben tener nuestras sociedades y nuestros países para mayor justicia social y desarrollo». En este sentido invitó a «aprovechar las ventanas de oportunidad de una era global, de apertura que trabajamos por consolidar nuestras democracias». Consideró que ambos son «defensores de las libertades humanas» y están dispuestos a «combatir a las organizaciones crimínales que tanto lastiman».

En un guiño a «Mauricio» -dijo- «México reconoce en él la visión de cambio y de transformación para su país». Consciente de las dificultades que atraviesa Argentina, con inflación en torno al 40%, con una economía en dificultades y con trabas por la herencia recibida (en el plano económico y en el judicial), Peña Nieto le animó: «todo cambio positivo tiene resistencia» pero hay que «asumir» el precio para que «deparen a nuestras sociedades mayor desarrollo».

Por último y sin duda l gran apuesta, el presidente de los Estados Unidos de México recordó que «Argentina y México, dos de las principales economías de Latinoamericana», tienen que que tener como objetivo, «eventualmente, un Acuerdo de libre comercio, pero hay que pasar primero» por estos acuerdos. La idea, proyecto o propuesta se acuesta como un guante a Mauricio Macri que, posteriormente, la recuperó en la reunión de Cancillería.

ABC

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