Manbij, ubicada a unos 100 kilómetros al noreste de Alepo y controlada por el EI, es escenario de una cruenta batalla desde hace unos dos meses entre los yihadistas y una coalición de fuerzas árabes y kurdas apoyadas por la coalición.
El miércoles, Estados Unidos ya anunció el inicio de una investigación por un bombardeo ocurrido en el poblado de Tokkhar, en la misma zona de Manbij, el pasado 19 de julio.
El coronel Christopher Garver, portavoz de las Fuerzas Conjuntas en la lucha contra el Estado Islámico en Irak y Siria, reconoció una horquilla de entre 10 y 15 civiles muertos en el bombardeo.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, basado en Londres, elevó esa cifra a, por lo menos, 56 fallecidos, entre ellos once menores.
Hace apenas un mes, EEUU rompió su silencio sobre los civiles que han matado sus drones en el marco de la lucha contra el terrorismo, al reconocer hasta 116 muertes de "no combatientes" en sus ataques selectivos en Pakistán, Yemen, Somalia y Libia desde que el presidente Barack Obama llegó al poder en 2009.
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