El pasado mayo un ruso de la región siberiana de Omsk obtuvo una cosecha inesperada del huerto de su casa de campo. Mientras estaba preparando la tierra para plantar patatas su pala chocó con algo duro. Al acercarse para investigar el obstáculo vio con horror que se trataba de huesos humanos. El horror aumentaría más tarde, al enterarse de que los restos pertenecían al exmarido de su esposa.

Tras denunciar su macabro hallazgo a la Policía, este habitante del pueblo de Lúzino supo que su mujer asesinó a su antiguo marido hace 20 años, según el comunicado emitido el 5 de junio por organismo de investigación local.

La mujer explicó que en 1997, durante una pelea, golpeó varias veces a su conyugue, de 52 años, con un hacha. Luego lo desmembró y enterró su cuerpo en el jardín. Más tarde, explicó a sus vecinos que el hombre se había ido a trabajar a otra ciudad, por lo cual nadie emprendió nunca su búsqueda.

Los investigadores abrieron una causa penal contra la mujer por homicidio intencionado.

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