El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha formalizado hoy su intención de que las Fuerzas Armadas pasen a depender del jefe del Estado, para lo que haría falta una reforma de la constitución, según informa la cadena NTV.
Durante una reunión con los miembros del consejo del presidente del Parlamento, un cuerpo de 23 diputados representantes del hemiciclo, Erdogan expresó su deseo de que tanto la jefatura del Estado Mayor del Ejercito como la de los servicios secretos (MIT), pasen a depender de su oficina.
El presidente ejerce de forma simbólica el cargo de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, pero el artículo 117 de la Constitución establece que el jefe del Estado Mayor «será responsable ante el primer ministro en el ejercicio de sus deberes y atribuciones».
Subordinar la cúpula castrense al control directo del presidente exigiría una reforma constitucional, que exige una mayoría de dos tercios en el hemiciclo, algo que con el reparto actual de escaños exigiría un acuerdo con el partido socialdemócrata CHP, el mayor de la oposición.
Turquía espera hoy, además, los resultados de la reunión del Consejo Supremo Militar, un organismo compuesto por una decena de generales de máximo rango y el primer ministro, y que decide sobre ascensos y promociones en las Fuerzas Armadas.
Por primera vez, el encuentro tuvo lugar en la oficina del primer ministro en lugar del cuartel general del Ejército, y contó con la participación del ministro de Defensa, Fikri Isik. La reunión duró cinco horas y al clausurarse, el primer ministro, Binali Yildirim, se trasladó al palacio presidencial para someter las decisiones tomadas al visto bueno de Erdogan.
Horas antes de empezar la reunión del Consejo Supremo Militar, el Gobierno destituyó por decreto a 149 generales y almirantes por sospechas de vínculos con la cofradía del predicador Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos, al que Ankara responsabiliza del fallido golpe militar del pasado 15 de julio, aunque él lo niega.
ABC
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