Su comparecencia en el Parlamento, en calidad de ministro de Asuntos Exteriores, se ha producido coincidiendo con la noticia de que los palestinos han instado al Consejo de Seguridad de la ONU que atajen un nuevo plan del Gobierno israelí para construir otras 770 viviendas para colonos judíos en el sector ocupado de Jerusalén.
Netanyahu también ha criticado un reciente informe del Supervisor del Estado, Yosef Shapira, que decía que las autoridades israelíes, y especialmente el Ministerio de Exteriores, no está esforzándose para acabar con la campaña internacional de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) que pretende poner fin a los 49 años de ocupación de los territorios palestinos.
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El informe de Shapira también denuncia que Exteriores no está haciendo lo suficiente para frenar el antisemitismo y la "deslegitimación" de Israel en la arena internacional.
El Ministerio de Exteriores, que también se llama de Hasbara (Propaganda), es el principal responsable de la lucha contra el BDS, aunque otros ministerios también están implicados.
"Estamos obrando contra el BDS y eso explica por qué ellos están a la defensiva", ha dicho Netanyahu en la Kneset: "Les estamos golpeando desde muchos frentes, les hemos derrotado".
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Como es habitual entre los líderes israelíes, Netanyahu no ha establecido ningún vínculo entre la ocupación y el BDS.
La política israelí se basa en afirmar en primer lugar que el BDS es un fenómeno antisemita y no tiene que ver con la ocupación militar.
Netanyahu, que desempeña varias carteras ministeriales simultáneamente, ha anticipado que próximamente se desembarazará de algunas de ellas, aunque no de la de Exteriores.
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