"El nacimiento del relámpago lleva cien años siendo uno de los principales misterios de la ciencia"

  19 Mayo 2018    Leído: 1495
"El nacimiento del relámpago lleva cien años siendo uno de los principales misterios de la ciencia"

Los científicos llevan decenas de años estudiando los relámpagos, pero todavía quedan muchas incógnitas acerca de su naturaleza. RIA Novosti ha hablado con un especialista sobre el tema.

¿Cómo nacen los relámpagos? ¿Por qué durante las tormentas se generan los cuantos gamma? Los científicos todavía no tienen respuestas definitivas a estas preguntas. El subdirector del Instituto de Moscú de Electrónica y Matemáticas (MIEM HSE), miembro del proyecto internacional Los relámpagos y sus manifestaciones y candidato a doctor en ciencias físico-matemáticas, Alexánder Kostinski, ha hablado sobre el fenómeno natural con la agencia rusa RIA Novosti.

"Observamos el relámpago cuando es grande, enérgico, cuando provoca incendios, mata a los animales, pone fuera de servicio los aparatos. Pero el momento de su nacimiento en las nubes lleva ya cien años siendo uno de los principales misterios de la ciencia", ha comentado Kostinski.

El relámpago representa una descarga eléctrica que se desplaza por la atmósfera desde las nubes hacia la tierra. Los científicos estiman que la tensión tiene que ser de 30.000 voltios para que la descarga atraviese un centímetro del aire, por lo cual en la nube tienen que haber campos eléctricos muy potentes. Sin embargo, las mediciones muestran cifras bastante más bajas.

Kostinski señala que cada segundo caen sobre la Tierra alrededor de cien relámpagos, pero pese a que se trata de un fenómeno frecuente, "nadie sabe cómo nacen". "Además, las mediciones físicas muestran que no deben formarse en las nubes", ha agregado el científico ruso.

Los cuantos gamma
En 1991 los satélites estadounidenses detectaron las emisiones de los cuantos gamma durante las tormentas. Dichos cuantos llegan a la Tierra rara vez incluso cuando se producen las llamaradas solares, señala Kostinski. "La nube sirve de acelerador de partículas elementales, en concreto, de los electrones y tal vez de los positrones", sostiene el científico.


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