En vísperas de la final de Lyon, Griezmann se ha visto inmerso en una gran tormenta mediática, con la prensa haciéndose eco del gran interés del FC Barcelona por su fichaje y de lo cerca que estaría la operación de verse concretada.
Griezmann ha intentado mantenerse al margen lo máximo posible para poder ganar esta tercera gran final de su carrera, después de las que perdió en 2016, con el Atlético en la Liga de Campeones y con Francia en la Eurocopa.
"Me gustaría ganar por fin un trofeo, ha llegado el momento", espera optimista el delantero estrella de los 'colchoneros'.
De la mente de los aficionados rojiblancos es difícil borrar el penal que envió al larguero durante la final de la Champions de 2016 en Milan ante el Real Madrid, antes de una prórroga y una tanda de penales que fue letal para el Atlético.
También está fresco el recuerdo de sus intentos por batir a Portugal en la final de la Eurocopa, que los Bleus perdieron por 1-0 en la prórroga en el Stade de France, en las afueras de París.
A sus 27 años, el atacante rubio más emblemático del fútbol francés es un jugador más maduro y más sereno.
Nacido en Mâcon, Griezmann conoce bien Lyon, la ciudad de la final de esta Europa League y en la que estuvo en el estadio de Gerland, el anterior recinto del Olympique de Lyon, siendo niño, cuando tenía al brasileño Sonny Anderson como ídolo.
De pequeño, Griezmann era aficionado del Marsella e incluso de adulto, cuando juega a la simulación de entrenador "Football Manager", este amante de los videojuegos elige a menudo al club de la ciudad mediterránea.
El hombre al que los españoles apodan 'Grizi' y los franceses 'Grizou' tiene hambre de títulos para engordar su palmarés.
En el Atlético juega desde 2014 y cuenta apenas con una Supercopa de España en su historial de títulos, por lo que la ocasión se presenta inmejorable.
"Le veo cómodo y concentrado", dice el hispano-brasileño Diego Costa, que desde enero se ha convertido en su perfecto complemento en el Metropolitano.
Griezmann no empezó bien su temporada, pero luego ha ido corrigiendo el rumbo: 7 tantos entre agosto y diciembre, pero 20 ya en lo que va de 2018.
"Es un gran jugador. Está muy fuerte mentalmente en este momento", subraya su entrenador, Diego Simeone. "No ha tenido un muy buen inicio de temporada y él lo sabe. La llegada de Costa le ayudó mucho porque le permitió liberarse en el campo al atraer a los defensas. (Griezmann) continúa mejorando y le necesitamos", apuntó.
La prensa española asegura que el Atlético de Madrid quiere renovar el contrato de Griezmann hasta 2022.
Pero los últimos titulares apuntan más hacia una posible salida: desde hace meses, la prensa catalana da por hecho que jugará en el Barcelona a cambio del pago de su cláusula de rescisión de 100 millones de euros.
Una cifra considerada hasta "barata" por su compañero de equipo Filipe Luis. "Lo será todavía más si gana la final", indica el brasileño.
El Atlético de Madrid terminará su temporada el domingo contra el Eibar en la Liga española, donde su equipo se prepara para ser subcampeón, y Griezmann quiere dejar decidido su futuro antes del Mundial (14 junio-15 julio).
Ajeno a las especulaciones, Griezmann dio una asistencia el sábado para la victoria del Atlético sobre el Getafe (1-0).
"Es halagador que te quiera el Barça, pero sabe que también le queremos aquí. Si se va o no, es su decisión. Por el momento sólo piensa en ganar un trofeo", asegura Diego Costa.
Sputnik
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