El asesino de Múnich llevaba un año planeando la masacre

  25 Julio 2016    Leído: 369
El asesino de Múnich llevaba un año planeando la masacre
La policía revela que compró la pistola en Internet. En Alemania hay entre 20 y 30 millones de armas ilegales
La investigación de las autoridades alemanas ha revelado este domingo que Ali David Sonboly, autor de la matanza que costó la vida a nueve personas e hirió a 35, llevaba un año planeando una masacre. La policía ha desvelado que el joven germano-iraní de 18 años adquirió la pistola con la que cometió el crimen a través de Internet. El arma fue activada tras haber sido inutilizada anteriormente y provino de Eslovaquia, el mismo modo de operar que siguieron los terroristas que atentaron en París contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo.


La masacre de Múnich no fue improvisada ni provocada por un momento de locura transitoria. La investigación de las autoridades alemanas ha revelado que Ali David Sonboly, el autor de la matanza, llevaba un año organizando el ataque. Los agentes encontraron en su cámara de fotos imágenes de una visita el verano pasado al colegio de la localidad de Winnenden donde en 2009 Tim Kretschmer, un adolescente de 17 años al que describían como solitario, mató a 15 personas, entre ellas nueve estudiantes y tres profesores.


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Que Sonboly recorriera los 250 kilómetros que separan dicho municipio de Múnich es un ejemplo más de la obsesión del joven germano-iraní de 18 años por este tipo de asesinatos múltiples, una fijación ya documentada por los recortes de periódico que guardaba sobre el tema y el hallazgo en su habitación de un libro del psicólogo norteamericano Peter Langman sobre los asesinatos en escuelas norteamericanas. “Es inquietante. Quizá lo comprara para tratar de entenderse a sí mismo. A muchos tiradores de este tipo les gusta conocer bien a asesinos famosos que les han precedido”, declaró el autor de la obra al conocer la noticia.

Los investigadores también confirmaron la fascinación que ejercía sobre el menor la figura del ultraderechista noruego Anders Breivik, que asesinó a 77 personas en la isla de Utoya justo cinco años antes de que Sonboly abriera fuego en Múnich, una coincidencia que se sospecha que pudo no ser casual. “Ambos tienen en común que se trata de jóvenes con problemas psicológicos y sociales que sufrieron acoso, pero la motivación de Breivik fue claramente política", explica Christian Ruge, de la fundación Centro de Paz de Noruega.

La policía bávara ha indicado que no hay evidencias que demuestren que el asesino eligiera específicamente las víctimas a las que tiroteó por un motivo concreto, pese a que las autoridades han corroborado que el estudiante organizó a través de Facebook un encuentro en el McDonald’s cercano al centro comercial Olympia, al que invitó a acudir a múltiples jóvenes bajo la promesa de invitarles a comer y beber utilizando una cuenta ficticia en la que se hacía pasar por una adolescente turca.

La investigación aporta nueva luz sobre los problemas psiquiátricos de Sonboly. Las autoridades han informado de que el pasado año permaneció ingresado para recibir tratamiento psiquiátrico durante dos meses y a su salida continuó recibiendo atención médica pero como paciente externo. También se han conocido detalles sobre cómo se hizo con la pistola modelo Glock 17 de 9 milímetros con la que las fuerzas de seguridad calculan que disparó al menos 58 balas durante el ataque. La policía ha dado a conocer que el joven adquirió el arma, de origen eslovaco, a través del Internet oscuro, un área de la Red que permite a sus usuarios guardar el anonimato utilizada con frecuencia para propósitos criminales. La pistola había sido inutilizada y posteriormente activada para su uso como arma de fuego, una práctica ya aplicada en ataques como el de Charlie Hebdo. Los agentes no aportaron detalles sobre el origen de las balas, 300 de las cuales quedaron sin uso en la mochila del agresor.

El experto en tráfico de armas alemán Lars Winkelsdorf, explica a EL PAÍS que la pistola puede alcanzar en el mercado negro un valor de entre 800 y 1.200 euros, el triple de su precio normal. Sonboly carecía de licencia y el número de serie del arma había sido borrado. Los investigadores han informado de que la pistola fue inutilizada y posteriormente activada para su uso como arma de fuego. Eslovaquia fue también el país de origen de los rifles de asalto y las pistolas utilizadas por el terrorista Arnedy Coulibaly en su ataque a la redacción del semanario satírico Charlie Hebdo en Paris en enero del pasado año, que también fueron reactivadas en aquella ocasión.ElPais

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