El PIB norcoreano se contrajo el pasado año un 1,1% respecto al ejercicio anterior en lo que supone la primera bajada desde 2010, según el informe anual del BOK citado por la agencia de noticias oficial Yonhap.
El informe dibuja un panorama de recesiones en buena parte de los sectores económicos como la agricultura (0,8%), la minería (2,6), las manufacturas (3,4) y la electricidad, gas y agua (un 12,7% conjunto) debido a las sequías.
El cuadro más agravado lo sufre el comercio exterior, con unas caídas conjuntas del 17,9%.
Las exportaciones se han contraído un 14,8%, mientras la importaciones lo han hecho un 20%.
Detrás de ese derrumbe están las sanciones internacionales aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, que presumiblemente será aún mayor en el ejercicio de 2016 tras su agravamiento.
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China, el principal socio comercial de Pyongyang, ha repetido su voluntad de cumplir con las medidas aprobadas por la ONU.
Fuera de los números rojos se sitúa la construcción, con un alza del 4,8%, y el sector de servicios, con un aumento del 0,8%.
La economía nacional sigue descansando mayoritariamente en la minería y las manufacturas, que comprenden el 37 % del PIB.
Los ingresos nacionales brutos superan apenas los 30.000 millones de dólares, una cifra 45 veces menor a la surcoreana.
El BOK no utiliza datos oficiales sino estimaciones para sus cálculos así que la exactitud es imposible.
Otros factores como la creciente economía sumergida de los mercados negros dificulta aún más la tarea, por lo que algunos expertos internacionales le restan credibilidad al informe anual del BOK.
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