El suspense de la nominación republicana a la Casa Blanca se concentra esta semana en el estado de Indiana, cuyas primarias de este martes podrían acercar un poco más a Donald Trump a la victoria.
El millonario neoyorquino y su principal rival, el senador Ted Cruz, han recorrido el estado de los Grandes Lagos este lunes con el objetivo de sumar los 57 delegados republicanos en juego, el botín más grande antes de las primarias de California, el próximo 7 de junio. Según un sondeo (NBC/Wall Street) publicado el domingo, el magnate tiene 49% de intención de voto frente al 34% de su rival.
"Si ganamos en Indiana, esto habrá acabado", ha afirmado Trump durante un mitín. "Podremos concentrarnos entonces en Hillary (Clinton) la deshonesta. Por favor, concentrémonos en Hillary", ha añadido.
Indiana es tal vez la última opción de Cruz, que de ganar allí evitaría que Trump obtenga los 1.237 delegados que necesita para lograr la nominación. Según un recuento de la cadena CNN, el millonario cuenta con 1.002. Una victoria de Trump acrecentaría su ventaja matemática, pero sería sobre todo un golpe simbólico a su rival, el único otro candidato republicano que ha hecho campaña en este estado.
"Mientras haya posibilidades, competiré hasta el final", ha dicho Cruz. Y es que si logra ganar en Indiana, prolongaría el suspense hasta junio y llegaría a las primarias californianas, un estado que, como Indiana, otorga la totalidad de sus delegados al vencedor, y en el que cuenta con mejor organización política. Trump, por su parte, espera obtener el número de delegados para la nominación antes de la convención republicana de Cleveland, en julio, cuando se proclamará al candidato del partido.
Panorama favorable para Clinton
Por el lado demócrata, Hillary Clinton tiene un panorama aún más favorable. Tal es su ventaja, que la ex secretaria de Estado puede permitirse perder en las próximas primarias. En Indiana, supera ligeramente a Bernie Sanders en los sondeos.
Con 2.176 delegados ya en su cuenta, a Clinton le bastará 20% de los aproximadamente mil restantes para sellar su candidatura, que requiere de 2.383. Como la repartición de cada estado es proporcional, la precandidata demócrata sumará incluso allí donde Sanders gane.
Ahora bien, Sanders no se rinde y promete llegar a una convención demócrata "disputada", el próximo mes de julio en Filadelfia. El senador de Vermont tiene opciones matemáticas para aspirar a ello, aun si en general, la nominación a la Casa Blanca se hace por aclamación, como ocurrió en 2008 con Barack Obama.
"¡Tengo la impresión de que ustedes no se dejarán intimidar por el establishment!", ha exhortado el veterano senador a sus simpatizantes este lunes. Sanders busca convencer también a los llamados superdelegados para que voten por él. Se trata de los gobernadores demócratas, los elegidos en el Congreso y los responsables del partido, que pueden votar por cualquier candidato.
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