El fuerte viento y el estado de la pista pueden generar imprevistos que conviertan la carrera en una batalla táctica.

Según la previsión de Pirelli, la parada con ultrablandos se espera a partir de la vuelta 10 (Raikkonen, sexto, sale con ese compuesto), mientras que los que llevan superblandos (Vettel, los Mercedes o los Red Bull) se espera que cambien gomas a partir de los 20 giros.

Las previsiones meteorológicas se mantienen estables sin aparición de lluvia, pero desde que los equipos llegaron al circuito frente al mar Caspio han podido ver que el viento es muy fuerte.

Una condición que los pilotos temen mucho, ya que en la clasificación, en condiciones menos intensas, muchos se quejaron de que afecta al pilotaje, especialmente cuando entra de cola.

Se esperan rachas de viento de hasta 60 km/h y se han desinstalado varias estructuras en el paddock por motivos de seguridad.

El viento podría tener un impacto en la carrera, lo que aumenta el riesgo de salidas de pista, por lo que la estrategia se convierte en aún más impredecible en el circuito de Bakú.

En teoría hay muchas dudas, pero los datos de Pirelli confirman que la estrategia más rápida es ir a una parada tanto para los que salen con ultrablandos como con superblandos. Y, en ambos casos, tras quitarse ese compuesto, el segundo relevo debería ser con blandos.

Eso es sobre el papel, pero en el paddock se da por hecho que saldrá el coche de seguridad en algún momento, al menos una vez. En ese caso, todos los planes cambiarían y volverá a ganar, como hace doce meses en el mismo lugar, el más listo.

Recordemos que el año pasado, Valtteri Bottas acabó segundo a pesar de que falló en la salida y fue doblado. Gracias a los coches de seguridad, la carrera neutralizada y un gran ritmo, llegó hasta el podio, algo que parecía imposible.

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