Le han preguntado si estaba nervioso. "No tengo ningún tipo de vergüenza en reconocer que tengo miedo todos los días, porque siempre pienso que me pueden echar mañana", admitió, aunque él sabe, de sobra, que nunca le van a echar y que se irá el día que él quiera. Ninguno de los tres, por cierto, firma el empate, y no dudan en decir que han venido a Múnich "a ganar". También hay quien ha querido plantear la noche del martes como un duelo entre Guardiola y Simeone, entre el `guardiolismo` de fútbol de toque y el `cholismo` de jugar al espacio y a defender. "No me detengo ni un segundo en estas cosas. No me preparo para gustar a nadie, sólo me preparo para ganar para el Atlético de Madrid, que es quien me paga. Lo único que me importa es ganar".
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