La movilización, convocada por la Confederación Nacional de Estudiantes de Chile (Confech), concluyó con varios enfrentamientos entre los manifestantes y efectivos de Carabineros, la policía militarizada de Chile, que recurrieron al uso de carros lanza agua, gases tóxicos y bombas lacrimógenas para dispersar a la multitud.

Según las estimaciones de la Confech, unas 120.000 personas protagonizaron en las calles de la capital del país suramericano, Santiago, la primera protesta masiva por la educación desde que Sebastián Piñera asumió la Presidencia en marzo. 

“Las exigencias del movimiento estudiantil siguen vigentes y siguen siendo las mismas. Queremos estar en las aulas, queremos tener clases, queremos estudiar una carrera para así ser alguien en la vida y tener una profesión como muchas personas en este país, y no lo podemos hacer porque sigue existiendo el lucro en Chile”, declaró una de las voceras de la Confech, Sandra Beltrami.

La policía detuvo a algunos participantes, un acto que provocó la ira de los manifestantes que empezaron a entonar cánticos contra los que “matan sin razón” y “no se atreven a pelear sin guanaco (carro lanza agua)”. Además, un vehículo policial arrolló “dos veces” a un joven universitario mientras pretendía controlar unas barricadas. Según testigos, el joven inconsciente quedó atrapado entre dos coches.

Las marchas se produjeron pese a que el mandatario chileno aseguró el miércoles que durante su segunda Administración no habrá lucro en la educación superior y que aboga por una educación gratuita y de calidad, no obstante, los docentes critican el modelo de educación del Gobierno de Piñera.

El movimiento estudiantil chileno ha realizado varias manifestaciones para mostrar su protesta contra las reformas educativas y demanda una educación pública, gratuita y de calidad. 

HispanTV.es

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