"Lo que vivimos hoy es el recrudecimiento del fascismo, del autoritarismo y del atraso, el mayor líder popular de Brasil está a punto de ser detenido por la fuerza y mientras tanto, grandes mafiosos ocupan hoy el Palacio del Planalto (sede del Gobierno)", dijo desde la concentración en Río de Janeiro el diputado del Partido Socialismo y Libertad (PSOL, izquierda) Chico Alencar, recoge el diario Folha de Sao Paulo.
El PSOL es un partido a la izquierda del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula y se ha mostrado crítico con su gestión en los años de Gobierno, pero ha expresado total lealtad al expresidente en las últimas semanas al considerar que está siendo perseguido de forma desmedida.
El diputado en la Asamblea del estado de Río de Janeiro Marcelo Freixo, también del PSOL, resaltó que la detención del expresidente es "otro capítulo" en la historia del "golpe", en referencia al "impeachment" de la expresidenta Dilma Rousseff (2011-2016), que puso fin a 13 años de gobiernos de izquierda en Brasil.
El acto, celebrado en el centro de Río de Janeiro, contó con la participación de diversos partidos, sindicatos y organizaciones sociales de izquierda, como la Central Única de los Trabajadores (CUT) y el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST).
El MST fue, precisamente, quien comenzó las movilizaciones a lo largo de la jornada del viernes 6, con cortes de autovías en varios estados del país.
No hubo incidentes graves a excepción de lo que ocurrió en la carretera BR-101 del estado de Paraíba (noreste), cuando el conductor del vehículo se saltó un bloqueo realizado por activistas y disparó, hiriendo en la pierna a una mujer de 35 años, según el MST.
En Sao Paulo (sureste), el estado más poblado del país y el que tradicionalmente alberga las mayores manifestaciones, esta vez el escenario escogido no fue la céntrica avenida Paulista, sino la ciudad de Sao Bernardo do Campo, en el cinturón industrial de la ciudad.
Allí se encuentra el expresidente Lula, en la sede del Sindicato de los Metalúrgicos, arropado por la cúpula de su partido y por cientos de simpatizantes desde la noche del miércoles.
El líder de la izquierda brasileña fue condenado a 12 años y un mes de prisión por presuntos delitos de corrupción y blanqueo de dinero.
El juez Sérgio Moro determinó que se presentara ante la Policía Federal antes de las 17 horas horario local (20.00 GMT) del viernes 6, pero el líder no se presentó y no parece que vaya a hacerlo en las próximas horas.
