El 4 de marzo pasado Skripal, exoficial de inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia, fueron hallados inconscientes cerca de un centro comercial en la ciudad de Salisbury.
La policía estableció que los dos fueron envenenados con una sustancia tóxica de acción neuroparalizante.
Apenas empezada la investigación, que según Scotland Yard tardará varios meses, Londres responsabilizó a Moscú de estar detrás del ataque, alegando que la sustancia con la que los Skripal fueron envenenados fue fabricada en Rusia.
Moscú rechaza las acusaciones infundadas de Londres.
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