Según ha anunciado el Ministerio de Asuntos Exteriores de China, el Gobierno de Pekín tiene planeado imponer aranceles de 25 % sobre productos provenientes de Estados Unidos, medida recíproca por la decisión de la Casa Blanca de aumentar las tarifas para unos 1300 productos importados de China.
“Cualquier intento para arrodillar a China mediante amenazas e intimidación nunca tendrá éxito. No funcionará ahora y no lo hará en el futuro”, ha afirmado Geng Shuang, portavoz de la Cancillería de China.
Al mismo tiempo ha condenado la medida proteccionista estadounidense y ha recordado que ninguna de las partes sale ganando en esta guerra comercial y que ambas partes saldrán perdiendo y se verán negativamente afectados por esta batalla económica.
“No hay ganadores en una guerra comercial y la parte que la inicia se dañará tanto a sí mismo como a los otros”, ha dicho Geng, quien además ha informado que China ha llevado ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) la más reciente medida adoptada por Estados Unidos.
De este modo, Pekín afectará el flujo de más de 100 mil millones de dólares de productos que China importa de Estados Unidos, por lo que habrá un fuerte efecto sobre las dos partes.
Ya el Gobierno de China había advertido que no se quedaría de brazos cruzados y que adoptaría medidas recíprocas frente a la imposición de aranceles sobre sus exportaciones.
Un análisis elaborado por el banco alemán Deutsche Bank advierte de que, dado que los negocios de Estados Unidos en China superan lo mostrado en las estadísticas comerciales y gozan de altos niveles, pues, una potencial guerra comercial entre los dos países “los pondría en fuerte riesgo”.
HispanTV.es
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