Entre las personas que volvieron en este vuelo están los diplomáticos que trabajaban en Nueva York, en la misión permanente de Rusia ante la ONU. El primer avión había traído a los diplomáticos asignados a la embajada rusa en Washington.
Entre diplomáticos y sus familiares, son 171 las personas que salieron el 31 de marzo de EEUU.
A mediados de marzo pasado, Londres responsabilizó a Moscú del envenenamiento del ex agente doble Serguéi Skripal y su hija Yulia en la ciudad británica de Salisbury.
Ambos reciben tratamiento por intoxicación con un agente neuroparalizante que, según los británicos, tiene procedencia rusa.
Como represalia, Londres ordenó la salida de 23 diplomáticos rusos y la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre ambos países.
Al Reino Unido le apoyaron otros 28 países, así como la OTAN, lo que derivó en la expulsión de un total de 153 diplomáticos rusos y la llamada a consultas de varios embajadores.
La Casa Blanca ordenó la salida del mayor número, 60, incluidos 48 empleados de la embajada rusa en Washington y 12 diplomáticos asignados a la sede de la ONU en Nueva York, así como el cierre del consulado ruso en Seattle.
Rusia, que considera infundadas todas las acusaciones por el caso Skripal, respondió de manera simétrica a 25 países, al ordenar la expulsión de 142 diplomáticos extranjeros, incluyendo 60 estadounidenses, ordenó la clausura del consulado de EEUU en San Petersburgo y se reservó el derecho a tomar represalias contra los restantes.
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