La mayoría de los países de América Latina todavía no están bien preparados para afrontar la transición energética, según revela un informe publicado por el Foro Económico Mundial en el que se analizan 114 países, entre ellos varios latinoamericanos.
El análisis "Promover una transición energética efectiva" fue publicado durante el Foro Económico Mundial sobre América Latina, que se celebra hasta el jueves en Sao Paulo.
De acuerdo con esta evaluación, que clasifica a los países en función del estado actual de sus sistemas energéticos y su nivel de preparación estructural para adaptarse a las futuras necesidades de energía, América Latina debe mejorar en varias áreas, como la innovación, el desarrollo del capital humano, la seguridad de las inversiones y la eficacia del marco institucional.
El informe examina el desempeño de los sistemas energéticos actuales de los países bajo tres dimensiones: acceso y seguridad energética; sostenibilidad ambiental del sistema; y potencial de crecimiento y desarrollo económico inclusivo.
Asimismo, analiza en qué medida existen condiciones que faciliten una transición hacia un sistema de bajas emisiones de CO2.
Los países escandinavos y de Europa occidental encabezan el Índice de Transición Energética, con Suecia, Noruega y Suiza a la cabeza, mientras que el Reino Unido (7) y Francia (9) son las únicas economías del Grupo de los Siete países más desarrollados (G7) que se ubican dentro de los diez primeros puestos.
En la región latinoamericana, los que muestran los mejores desempeños son Uruguay, que ocupa el puesto 13, Costa Rica (20), Chile (24) y México (28).
De manera general la región obtiene una puntuación similar al promedio global en cuanto a la contribución del sistema energético al crecimiento económico, a la seguridad y al acceso, y por encima del promedio cuando se trata de sostenibilidad ambiental.
Sin embargo, varios países se quedan atrás porque no están preparados adecuadamente para la transición, según el informe.
Es así que Perú se ubica en el puesto 34, Paraguay en el 37, Panamá en el 39, Ecuador en el 48 y Argentina en el 56.
De manera particular, el informe menciona a Colombia (32) y Brasil (38) por tratarse de dos países que "cuentan con sistemas energéticos con buen desempeño debido a sus abundantes recursos naturales", pero que al mismo tiempo "tienen niveles de preparación bajos" para la transición.
Ello debido a "deficiencias en materia de capital humano y fallos en sus instituciones y marcos regulatorios".
A nivel global, el informe establece que el avance hacia la sostenibiliad ambiental se ha detenido y considera que la tendencia prácticamente plana en la intensidad de las emisiones de carbono lo demuestra.
Según los datos del Foro Económico Mundial, en los últimos cinco años se ha registrado una mejora marginal de tan solo un 1,8 % anual, en comparación con el 3 % requerido para cumplir con el Acuerdo de París en materia de objetivos climáticos.
Asimismo, se ha constado un aumento del precio real de la electricidad para los hogares desde 2013 en más de la mitad de los países analizados, a pesar de la baja general del precio del combustible.
Los últimos países latinoamericanos que figuran en la clasificación son Guatemala, en el puesto 62, y El Salvador, en el 69, mientras que Venezuela se queda a cuatro puestos de cerrar la lista, en la posición 111, sólo por delante de Kirguizistán, Sudáfrica y Zimbabue.
Además de las repercusiones positivas para el clima, la mejora de los sistemas energéticos contribuiría a remediar la situación de 1.000 millones de personas en el mundo que actualmente carecen de electricidad, según el Foro Económico Mundial.
El director de Industrias Energéticas del Foro, Roberto Bocca, sostuvo que el informe permite tener una visión del funcionamiento actual de los sistemas energéticos nacionales, así como una perspectiva "muy necesaria de lo que se requiere para lograr el éxito" en el futuro.
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