Un temporal de lluvia, nieve y viento comenzó a azotar hoy la costa este de Estados Unidos, provocando la cancelación de multitud de vuelos, dejando sin suministro eléctrico a muchos hogares y poniendo en alerta a poblaciones costeras ante el riesgo de inundaciones.

Según las autoridades, el mayor peligro lo presentan las importantes precipitaciones que se esperan en zonas de Massachusetts, Nueva Jersey o Nueva York.

Combinadas con fuertes vientos y mareas altas, la nieve y la lluvia causaron ya hoy inundaciones en varias zonas costeras, incluida la ciudad de Boston. 

El gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, avisó de que el temporal puede ser aún peor que el vivido a comienzos de enero, el mayor de este invierno hasta ahora, y anunció que había movilizado a la Guardia Nacional.

Las primeras inundaciones comenzaban a verse este viernes en zonas de este estado, pero también están en alerta otros más al sur como Nueva York o Nueva Jersey.

Las advertencias sobre el temporal, que se espera que continúe el sábado, se extienden desde Maine hasta Carolina del Norte y afectan a una zona con unos 80 millones de habitantes.

Boston, Nueva York, Filadelfia o Washington sufrían hoy por el mal tiempo, con importantes problemas en sus carreteras, trenes y aeropuertos. 

En la Gran Manzana, las lluvias de las últimas horas dieron paso hoy a la nieve, y las autoridades estatales tienen activado su centro de operaciones de emergencias para responder a los posibles problemas.

Los aeropuertos de la ciudad notaban también el impacto del temporal, con centenares de vuelos cancelados. 

El más afectado fue el de LaGuardia, que llegó a cerrar sus pistas temporalmente y donde a mitad de jornada se habían cancelado más de un 50 % de los vuelos previstos. 

En Newark no pudieron aterrizar ni despegar en torno a un 36 % de los vuelos, mientras que el John F. Kennedy eran aproximadamente uno de cada tres los afectados.

En total, hacia las 14.30  hora local (19.30 GMT) se habían cancelado hoy en Estados Unidos más de 2.800 vuelos y más de 2.000 habían sufrido retrasos. 

En Washington, las oficinas del Gobierno federal permanecían cerradas, mientras que multitud de escuelas de toda la región optaron por no abrir sus puertas.

Unos 450.000 clientes en el área de la capital se quedaron sin suministro eléctrico este viernes, según medios locales, una situación que se repetía en otros estados. EFE 

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