"Estamos estudiando todas las versiones posibles, entre ellas la de un atentado terrorista", dijo Petrenko.
El 18 de febrero un hombre de 22 años disparó contra un grupo de feligreses que salía de una iglesia cristiana ortodoxa, cuatro personas murieron en el lugar y la quinta falleció en un hospital por las graves heridas recibidas.
El propio atacante fue abatido por las fuerzas de seguridad.
La localidad de Kizliar está situada en la república rusa de Daguestán en la que la gran mayoría de la población profesa el islam.
Petrenko adelantó también que se investiga los motivos del agresor.
El grupo terrorista Daesh (proscrito en Rusia y otros países) se atribuyó el ataque que también dejó tres heridos.
Desde el Kremlin subrayaron que las fuerzas de seguridad están trabajando intensamente para prevenir la actividad destructiva de organizaciones extremistas, muchas de ellas vinculadas al terrorismo internacional.
El líder de la república vecina de Chechenia, Ramzán Kadírov, recalcó que el pistolero y sus cómplices no tienen nada que ver con el islam ni con otra religión.
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