"La verdad es que, por ahora, pocas cosas están claras sobre estas sanciones: si ni siquiera las habrá o cómo serán de haberlas. Pero los medios occidentales están diciendo que el informe se limitará a analizar las medidas que ha adoptado hasta ahora el Tesoro de EEUU y que es probable que su contenido solo se conozca a puerta cerrada", aseguran en Vlzglyad.
En él se detallan las consecuencias y la influencia de las sanciones estadounidenses en el mercado de bonos rusos y el cariz de las que se adoptarán en el futuro. Según la información que publica Bloomberg, esas nuevas sanciones prohibirían comprar nuevos bonos del Estado ruso o que los inversores estadounidenses puedan poseerlos.
"La verdad es que, por ahora, pocas cosas están claras sobre estas sanciones: si ni siquiera las habrá o cómo serán de haberlas. Pero los medios occidentales están diciendo que el informe se limitará a analizar las medidas que ha adoptado hasta ahora el Tesoro de EEUU y que es probable que su contenido solo se conozca a puerta cerrada", aseguran en Vlzglyad.
La subdirectora del departamento de análisis de la firma rusa de inversión Alpari, Natalia Milchákova, cree que la prohibición de compra de bonos rusos pretende asustar a los inversores y que no queda claro a quién le interesa meterles miedo y por qué. "Discutir sobre las sanciones es pura especulación mediática, nada más", añade, y recuerda que, hasta ahora, los inversores estadounidenses están calmados.
"Si las sanciones estuviesen de verdad al caer, el mercado ya se hubiese puesto histérico", asegura el jefe del departamento de operaciones de la firma de inversión rusa Freedom Finance, Gueorgui Váshenko.
Sin embargo, lo más interesante del informe sería la alusión al aspecto negativo de esas mismas sanciones en el mercado estadounidense, según la información que ha publicado Bloomberg. Y es que podrían ser contraproducentes para los propios norteamericanos, destaca Vzglyad.
Teniendo en cuenta factores como el tamaño de la economía rusa, su presencia en el mercado internacional de activos y las dimensiones que han alcanzado las consecuencias de la ampliación de las sanciones en la deuda soberana, las sanciones estadounidenses las van a sentir en sus carnes tanto la Federación de Rusia como los inversores de EEUU", se dice en el informe. Añaden también que adoptar esas nuevas sanciones perjudicaría la capacidad para competir de los grandes gestores de activos estadounidenses. Los autores del informe alertan de que, si se imponen nuevas sanciones de EEUU sin la complicidad de la Unión Europea, la relación entre ambos saldrá perjudicada.
"Adoptar nuevas medidas también podría llevar a que el crecimiento de la economía rusa se desacelere y que se sobrecargue al sector bancario del país, pero también podría motivar que Moscú responda con medidas contrarias a los intereses de EEUU", añade el informe.
Rusia podría, en teoría, responder prohibiendo pagar deudas soberanas y corporativas externas que beneficiasen a los inversores estadounidenses. También prohibiendo obtener dividendos sobre las acciones de las corporaciones y bancos rusos. "Moscú podría dejar a los inversores estadounidenses sin beneficios", explican en Alpari.
El hundimiento del rublo
Si los peores temores se confirman, prohibir la compra de bonos del Estado rusos provocaría que la tasa de cambio del rublo frente al dólar cayese en picado, alertan los analistas de Forbes consultados por Vzglyad. Si se confirman, el 5 de febrero se pueden empezar a vender de manera masiva bonos del Estado de forma masiva y el rublo, según Alpari, se devaluará entre un 15% y un 20%. En otras palabras: la tasa de cambio pasará de los 56,3 rublos el dólar a los 65 o 68 rublos.
"Pero el escenario que da más miedo es aquel en el que la tasa de cambio del rublo caiga violentamente y, a la vez, aumenten los títulos de deuda del Estado y la devaluación de la moneda", alerta Milchákova.
Sin embargo, ese escenario solo sería posible si el Banco de Rusia permanece con los brazos cruzados, algo que resulta prácticamente imposible. Lo más seguro es que el propio organismo responda a las sanciones comprando bonos del Estado, señalan los analistas. Subrayan que ese escenario es inverosímil.
El pronóstico de Alpari contempla que, incluso si el escenario es desfavorable para Moscú, la tasa del dólar fluctuará entre los 55 y 60 rublos y que, de hecho, durante 2018 la moneda rusa podría salir fortalecida y no pasar de los 56 rublos.
En cualquier caso, apunta Vzglyad, las sanciones son harto improbables. Rusia ya no es tan dependiente de los factores externos. Solo al precio del petróleo. "Los efectos de las sanciones actuales muestran que el país está encontrando formas de evitarlas o de, incluso, beneficiarse de ellas", concluyen desde el periódico ruso. Sputnik
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