Además de cuatro empleados de la ONG internacional, según el funcionario, en el ataque fallecieron un agente de seguridad y un transeúnte.
Previamente se informó de al menos tres muertos y 24 heridos.
Un terrorista suicida detonó el 24 de enero por la mañana un artefacto explosivo a la entrada de la oficina de Save the Children en Jalalabad, después de lo cual un grupo de hombres armados irrumpió en el recinto.
El ataque se prolongó por casi diez horas y fue reivindicado por Daesh (autoproclamado Estado Islámico, proscrito en varios países, incluida Rusia).
A raíz de lo ocurrido, Save the Children anunció el cierre de sus oficinas y la suspensión de todos sus actividades en Afganistán.
Sputnik
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