Las multitudinarias manifestaciones que comenzaron en Irán el 28 de diciembre de 2017 y abarcaron las grandes ciudades iraníes, entre ellas Teherán, Mashhad, Isfahán y Rasht, se saldaron con al menos 20 muertos, según los medios.
Al intervenir ante los residentes de Qom con motivo del 40º aniversario del inicio de la revolución islámica, Jameneí declaró que en torno a Irán se formó un "triángulo" de países que provocaron los recientes disturbios en la nación persa con "EEUU y los sionistas" a la cabeza.
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Según el ayatolá, en este "triángulo" participa también "uno de los Estados ricos del golfo Pérsico" al que acusó de financiar las protestas.
Además, el líder supremo de Irán destacó que las acciones de EEUU y el Reino Unido dirigidas contra Teherán fracasaron y tampoco tendrán éxito en el futuro.
El comandante de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, Mohamad Ali Jafari, dio por terminadas las manifestaciones y las calificó de fracasadas.
El Ministerio del Interior iraní situó el número de participantes de las concentraciones antigubernamentales en unas 42.000 personas.
De acuerdo con el presidente de Irán, Hasán Rohaní, las protestas se deben a los problemas internos del país y también fueron "instigadas por otros Estados".
Sputnik
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