El texto acusa al Ejecutivo iraní de “negar las libertades básicas y aplastar la oposición con la fuerza letal”.
Con tal iniciativa, los dos legisladores intentaron repetir el mismo gesto adoptado en los recientes días por el Gobierno del presidente Donald Trump, mostrándose como un aliado de los manifestantes y recriminando al Gobierno iraní por su supuesto comportamiento violento con los opositores.
La resolución se presenta tras una semana de protestas en varias ciudades de Irán por el desempleo y los elevados precios de los productos de primera necesidad. La administración estadounidense, y en particular su presidente Donald Trump, han intentado asociar las protestas a temas políticos, alentar actos violentos y urgir el “cambio del régimen”.
El viernes, no obstante, la administración estadounidense sufrió un fracaso total en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), cuando no logró atraer el apoyo de los miembros para condenar el manejo de las manifestaciones por la República Islámica de Irán.
La mayoría de los países miembros describió la situación en Irán como normal y consideró las protestas como parte de los asuntos internos del país persa. El representante ruso ante las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, por ejemplo, acusó a EE.UU. de instrumentalizar el Consejo a favor de sus intereses, y el embajador chino, Wu Haitao, dijo que “discutir la situación doméstica de Irán es una práctica que no está en línea con las responsabilidades del Consejo”.
Irán denuncia la injerencia estadounidense en sus asuntos internos, y asegura que dispone de “evidencias irrefutables de que los disturbios y actos de violencia en el país fueron dirigidos desde el extranjero”. EE.UU., Israel, Arabia Saudí y el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) han sido los primeros en apoyar firmemente los actos de violencia en Irán.
HispanTV.es
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