El investigador intentó modificar el ADN en las células musculares de su propia mano a través de la tecnología CRISPR. Para hacerlo, el biólogo no necesitó nada más que una jeringuilla llena de un compuesto especial.
El bioquímico grabó su experimento y compartió el vídeo en la red. Zainer explicó a The Guardian que para su experimento eligió la bien investigada proteína miostatina —que controla el crecimiento del tejido muscular.
El investigador añadió que los experimentos con animales permitían observar los efectos de la miostatina cinco o seis semanas después del experimento. Actualmente Zainer está elaborando las pruebas que le permitan comprobar si su ADN llega a modificarse.
Según el bioquímico, su experimento no representa ningún peligro, ya que los efectos de la miostatina se estudiaban suficientemente; y dado que su experimento se limitaba a la 'modificación' de una solo mano, y no del cuerpo entero.
La actividad de Zainer persigue nobles propósitos: el investigador busca demostrar que la terapia de genes no es tan peligrosa como se suele suponer. Según él, si la tecnología se aplicara ampliamente, millones de personas podrían evitar la muerte.
Teniendo en cuenta los posibles efectos de la terapia, el biólogo llama a efectuar más experimentos para desarrollar la esfera y combatir el miedo a la modificación de los genes. El investigador destaca que dicha terapia no requiere enormes recursos financieros.
Sputnik
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