El primer ministro turco, Binali Yıldırım, compareció ante las cámaras con su homóloga bangladeshí, Sheikh Hasina, tras la ceremonia de suscripción de convenios entre dos países.

Yıldırım puntualizó que Turquía no ha olvidado el apoyo de los bangladesíes a la democracia y el gobierno de Turquía particularmente tras la vil intentona de golpe de la Organización Terrorista Fetullahista (FETÖ) del 15 de julio del año pasado y transmitió su agradecimiento por ello.

“Un gran complejo de embajada habrá entrado en servicio en 2019”

Yıldırım habló de los problemas de los musulmanes rohingya que se han refugiado en Bangladesh abandonando sus casas escapando de las masacras de los fanáticos budistas y el ejército birmano desde el 25 de agosto.

Remarcó que la comunidad internacional, principalmente la ONU, debe evitar a considerar esta cuestión como "solo una cuestión de Bangladesh".

"Debe actuar de manera más eficiente en materia de ayuda humanitaria y solución política. Nosotros, como Turquía, siempre intentamos estar en colaboración desde el principio para mitigar las cargas de unos 10 millones de refugiados que intentan mantener la vida bajo condiciones difíciles hasta que se alcance una solución política absoluta. También a partir de ahora seguiremos haciendo contribución y dando apoyo con la dirección y guía del Gobierno bangladesí", expresó.

Yıldırım informó de que las instituciones no gubernamentales en la región, la Agencia de Cooperación y Coordinación Turca (TİKA), la agencia de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía (AFAD), la Medialuna Roja Turca y las autoridades locales, así como las instituciones de la ONU seguirán sus actividades en las áreas como salud, educación y alojamiento de manera más eficiente.

Yıldırım recordó que la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) se reunió extraordinariamente bajo la presidencia del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, después que Jerusalén se proclamó como capital unilateralmente. Y además se mostró contento con el respaldo de los bangladesíes con la participación del mandatario bangladeshí Abdul Hamid.

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