"Sabemos que en los países del Báltico, y en otros, hay cierto miedo hacia Rusia, que se sienten amenazados", dijo Niinisto en una rueda de prensa conjunta con el mandatario ruso, Vladímir Putin, tras unas negociaciones.

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Constató a la vez que también Rusia considera a la OTAN como una "importante amenaza".
"Todo ello resulta en un círculo vicioso y la palabra clave para romperlo es `confianza`", opinó el mandatario finlandés y llamó a avanzar en este sentido "aunque sea con pasos pequeños".

Las relaciones entre Rusia y Occidente se deterioraron a raíz de la crisis ucraniana y particularmente después de la adhesión de la península de Crimea a Rusia en 2014.

Tras el agravamiento de la situación en Ucrania, la OTAN aumentó su actividad naval cerca de las fronteras de Rusia, en particular en los mares Negro y Báltico.


Anteriormente, se informó de que la OTAN examina desplegar sendos batallones internacionales en Estonia, Letonia y Lituania y Polonia, y que la decisión final sobre el número de los efectivos y los lugares de su emplazamiento se tomará en la cumbre de la Alianza Atlántica en Varsovia, los días 8 y 9 de julio.

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