En su boletín los científicos explican que ciertos fenómenos extremos no habrían sido posibles en una era previa al clima industrial, esto es, sin influencia humana. En concreto, la publicación destaca el récord de temperatura máxima alcanzado en 2016, la ola de calor en Asia o la ola de calor marina en la costa de Alaska. Asimismo, advierten que la influencia humana en el cambio climático provocará fenómenos más allá de los límites de la variabilidad natural.
Expertos del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley realizaron en su día declaraciones similares, cuando confirmaron que el huracán Harvey que arrasó Texas el pasado mes de agosto vino potenciado, al menos en un 20%, por el cambio climático.
Estos gráficos que representan la temperatura promedio anual de la Tierra, con datos obtenidos con los modelos CMIP5, permiten predecir los cambios climáticos dependiendo de la actividad volcánica y las variaciones de la composición atmosférica o la cobertura del suelo.
En ambos gráficos las líneas negras, moradas y verdes se corresponden con la temperatura anual promedio de la Tierra, según los datos de la NASA, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos y el Centro Británico de Pronósticos Climáticos Hadley, respectivamente.
Sin embargo, el gráfico de la derecha muestra cómo la concentración de gases de efecto invernadero no habría aumentado en la atmósfera desde el siglo XX si los humanos no hubiéramos habitado la Tierra, con apenas variaciones provocadas por erupciones volcánicas y pequeños cambios de energía solar. La línea azul representa la dinámica de la temperatura promedio anual desde 1880 a 2016, y como puede apreciarse, no habría variado significativamente.
Por el contrario, en el gráfico de la izquierda vemos algo muy distinto, con un nivel de gases invernaderos que aumenta de manera considerable debido al impacto humano, al igual que la temperatura media (línea roja), lo que pone de manifiesto que nuestra influencia en el planeta no hace sino empeorar la situación meteorológica.
El aumento de 1,5 grados de promedio en la temperatura de nuestro planeta es algo a tener muy en cuenta, pues, en caso de que aumente, producirá graves consecuencias, como olas de calor, un aumento considerable del nivel del mar, además de otros desajustes naturales, según advierte la NASA en un artículo.
"El planeta se ha calentado, las consecuencias ya se están sintiendo y van a empeorar. Sin embargo, la gran preocupación es que podemos encontrarnos con algunas sorpresas, y pueden ser malas", confiesa el metereólogo Dan Battlefield en su blog.
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