De acuerdo con el portal ruso Lenta.ru, Salvetti reveló que este rechazo estaba relacionado con el imprevisible desenlace de la crisis en las relaciones ruso-ucranianas.
Además, destacó que un activo tan grande podría ser comprado solo por grandes jugadores internacionales dado que su precio alcanzaba varios miles de millones de dólares. No obstante, ni las empresas europeas, ni las americanas, ni los inversores asiáticos mostraron su disposición a adquirirlo, aseguró Salvetti.
Con todo eso el representante de Rothschild Inc. afirmó que la transferencia de la parte del negocio perteneciente a Poroshenko al llamado 'fidecomiso ciego' era la mejor opción para quitarle al presidente ucraniano sus derechos de propiedad sobre las acciones de Roshen.
Tras varios intentos frustrados de vender su parte de Roshen, Petró Poroshenko transfirió el control sobre la empresa a Rothschild Trust en enero de 2016.
Roshen es uno de los fabricantes de dulces más grandes del mundo, con una producción anual de 350.000 toneladas y fue fundado por Poroshenko. La compañía posee fábricas en Ucrania, Hungría y Lituania. Durante la campaña a la Presidencia de Ucrania, Poroshenko prometió vender su parte de la empresa en caso de ganar las elecciones.
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