“Todos sabemos muy bien que y los turcos y los armenios fueron la parte de una familia a lo largo de 400 años,parte de un solo estado, parte del Imperio Otomano. Fue la historia de la creación de potencia y unidad.A los armenios les llamaban el pueblo fiel en el Imperio Otomano y, obviamente,merecíamos este título.Todo cambió a mediados del siglo XIX cuando los británicos y europeos irrumpieron en nuestra vida.
Fueron ellos quienes crearon múltiples documentos históricos falsificados en el territorio del Imperio Otomano. Entre ellos se hallaban los antiguos estados armenios. Una parte de los armenios se representaba, sobre todo, masones, dashnaks y los intelectuales de oposición que reconocieron la suplantación y se propusieron el objetivo separarse del Imperio Otomano y reconstituir en realidad la imaginación artística bajo el título “La Gran Armenia”.
Sin embargo, lo único que lograron es la ruptura de relaciones con el pueblo turco, exilio de las tierras natales y total aislamiento. Actualmente los turcos y armenios viven en distintos estados, anularon la comunicación, extinguieron todos tipos de los lazos-de parentesco, espirituales, culturales y económicos. Los armenios aún creemos en los cuentos británicos, estudiamos y determinamos la tirada en todas las partes la antigüedad fantástica.
Entretanto, hacemos caso omiso a la historia fidedigna. O sea como he dicho una vez, nos trasladamos a la realidad virtual.
Los europeos no pararon en la sustituición de nuestro pasado, intentaban consolidar la eficacia alcanzada y los mediados del siglo XX inventaron la palabra “genocidio”. Convirtieron esta palabra en el término del derecho internacional, y constriñeron los acontecimientos de la Primera Guerra Mundial en el territorio del Imperio Otomano con posterioridad bajo el concepto “genocidio”. Gracias a este nuevo envolvimiento jurídico la acción judicial fue incoada en 1919 en Turquía, los culpables de la tragedia de la población civil en el este del Imperio Otomano ya habían sido castigados. Y entonces los armenios sentimos el apoyo jurídico y político de Europa.
Entonces nos importaba un juicio justo y nos atrevimos a exigir a Turquía la confesión nacional, reparaciones cósmicas y enajenación de los inmensos territorios que pertenecían a Turquía en nuestro beneficio. Luego, los europeos arrancaron el proceso internacional del reconocimiento del “genocidio” armenio al implicar los nuevos estados en una historia triste.
Aunque fuera paradójico, el “genocidio” actual del pueblo armenio que nos quita la memoria y el juicio, se desarrolla con el disímulo de la lucha contra el “genocidio”.
En cuanto a los acontecimientos reales y tristes de 1915, el gran crimen fue perpetrado contra todos los pueblos del Imperio Otomano y el propio Imperio Otomano.Desgraciadamente, los representantes del pueblo armenio veían en este gran crimen las participaciones más activas.
Si los armenios prestamos atención a la otra parte, podremos ver la realidad.En la base de todos nuestros problemas se encuentra la falsa historia impuesta por los marionetistas europeos.La falsa historia es el único y principal enemigo de Armenia que es necesario vencer”.
Roksana Tarlan
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