Cada año que ha pasado desde el inicio de la crisis, el número de españoles que salieron rumbo al extranjero ha ido creciendo año a año. En 2008 se fueron 33.505 españoles al extranjero, en 2009 subió a 35.990, en 2010 a 40.157, en 2011 se fueron 55.472, en 2012 fueron 57.267, en 2013 aumentaron a 73.329 y en 2014 un total de 80.441. Sin embargo, durante esos años, la inmigración española siempre fue inferior. En 2008 regresaron a España 31.701 españoles, en 2009 fueron 27.596, en 2010 volvieron 30.418, en 2011 35.442, en 2012 31.565, en 2013 32.422 y en 2014 40.968.
Y en 2015 emigraron 98.934 españoles, de los cuales 64.136 eran nacidos en España. Mientras, la inmigración de españoles fue de 52.227, de los cuales 24.060 eran nacidos en España.
Así, sumando y restando los españoles que se han ido al extranjero y los que han vuelto a España entre los años 2008 (año en el que comenzó la crisis económica) y el 2015, el saldo es completamente negativo y alcanza las 192.756 personas.
Pese al fuerte incremento de la salida de españoles, su número total aumentó en 24.313 y el de extranjeros se redujo en 35.456 debido a la nacionalidad española adquirida por 114.207 residentes extranjeros, según explica el Instituto Nacional de Estadística (INE).
A fecha 1 de enero de 2016 la población residente en España se ha reducido en 11.142 personas y suma 46.438.442 habitantes.
Y del total de población 4.418.898 son extranjeros, el 9,5 % del total, una cifra que ha ido descendiendo tanto por el regreso a sus países como consecuencia de la crisis, como por las adquisiciones de nacionalidad española.
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