Lavrov denuncia intentos de dar largas a propuesta rusa de una fuerza de paz para Donbás
Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en el este de su territorio donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en más de 10.200 muertos.
A principios de septiembre pasado, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, se pronunció por emplazar cascos azules de la ONU en la línea de separación entre las fuerzas gubernamentales de Ucrania y las milicias de Donbás, y otras áreas inspeccionadas por observadores de la OSCE para garantizar su seguridad.
El canciller ruso Serguéi Lavrov afirmó a finales de noviembre que un contingente de la ONU podría desplegarse en la zona de conflicto tras la separación de las fuerzas y la retirada del armamento, y que su emplazamiento debe ser acordado tanto con Kiev, como con Donetsk y Lugansk.