Después del atentado ocurrido el 14 de octubre, el Gobierno creó un comité— el Zobe Rescue Committee—para establecer un cálculo más preciso del números de fallecidos. El trabajo se desarrolla hablando con los familiares de los que podrían haber estado en el lugar de las explosiones. “Hasta ahora, hemos confirmado que 512 personas murieron en las explosiones del pasado mes y 316 resultaron también heridas”, ha indicado Abdullahi Mohamed Shirwac, el presidente del comité.
El pasado 14 de octubre, dos vehículos bomba hicieron explosión con poco tiempo de diferencia en el centro de la capital somalí, Mogadiscio. Testigos relataron que la onda expansiva de la primera explosión se dejó sentir en toda la ciudad y que provocó una columna de humo negro de tres kilómetros de altura. La segunda detonación, de menor intensidad, tuvo lugar instantes después cerca de un mercado en el distrito de Wadajir.
El atentado ha sido el más mortífero desde que el grupo islamista Al Shabaab comenzó con su actividad insurgente en 2007. Sin embargo, el grupo, afín a Al Qaeda, no ha asumido la autoría del atentado, el peor en número de muertos de la historia del país.
ElPais
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