El Gobierno de Puerto Rico ya descarta pagar los cerca de 2 mil millones de dólares de deuda que se le vencen el 1º de julio, por lo que solo le queda confiar en que Washington apruebe antes la ley que impedirá a sus acreedores presentar más demandas contra él.

Melba Acosta, presidenta del Banco Gubernamental de Fomento de Puerto Rico, el brazo financiero del Gobierno de la isla, dijo el lunes que “la totalidad de lo que se tiene que pagar no la tenemos. Bueno, quizás lo habría, pero tendríamos que cerrar muchas agencias públicas, despedir empleados públicos y cortar servicios, algo que no se va a hacer”.

Acosta fue la primera ponente ayer en una reunión de parte de los 60 mil puertorriqueños que tienen bonos de la isla, agrupados en la asociación Bonitas del Patio.

Encuentros

Esta agrupación se reunió ayer por primera vez en San Juan para saber cómo puede afectarles la reestructuración de deuda que planea el Gobierno de la isla con el respaldo de EEUU, que está próximo a aprobar el proyecto conocido como “Promesa”, que provee un marco legal para que Puerto Rico pueda declararse en bancarrota sin que los acreedores puedan demandarlo.

En línea con lo defendido por el Gobierno de la isla durante las últimas semanas, Acosta insistió en que es urgente que el Senado federal apruebe de una vez el proyecto “Promesa” antes de que el 1º de julio haya nuevos vencimientos de deuda, que rondan los 2 mil millones de dólares.

Igualmente, explicó a EFE que en cuanto el Senado federal apruebe “Promesa”, las negociaciones con los acreedores pasarán a manos de la junta federal de control fiscal que Washington pretende imponer sobre la isla.

A propósito de este tema, el Comité de Descolonización de la ONU aprobó el 20 de junio otra resolución que respalda una vez más el derecho de Puerto Rico a la libre determinación, en una sesión marcada por la crisis fiscal que atraviesa la isla.

De cara a esta problemática, ÚN consultó la opinión de futuros internacionalistas de Venezuela. El sondeo se realizó con estudiantes de la UCV y de la UBV y en las respuestas se pudo determinar que los académicos de esta última apuestan por que Puerto Rico deje de ser colonia de EEUU, mientras que los estudiantes de la UCV aseguran que Puerto Rico no puede desligarse de Estados Unidos, porque es la primera potencia.

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