El bloqueo político en Alemania amenaza con paralizar Europa
Después de un intercambio de reproches por el fracaso de la negociación, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, declaró que «el mandato electoral no es algo que sencillamente se pueda devolver sin haber cumplido con el electorado» y anunció que en los próximos días mantendrá conversaciones con los presidentes de los partidos que estaban negociando, y «con los presidentes de los partidos que, por cuestiones programáticas, no quedan excluidos de una posible formación de gobierno».
Por unos momentos, Alemania giró la mirada hacia otra posible gran coalición, porque se estaba refiriendo a su propio partido, el socialdemócrata (SPD), a pesar de que a esa misma hora, en un ejercicio de cacofonía política desde la Casa Willy Brandt, el candidato socialdemócrata Martin Schulz, que obtuvo en septiembre el peor resultado de la historia de la formación, se reafirmaba en su rechazo a hablar sobre una alianza con Merkel argumentando que «el electorado votó en septiembre contra de la prolongación de la gran coalición» y extendiéndose, optimista, sobre las posibilidades que supuestamente se abren para él en una repetición de los comicios. «Creo que tenemos mucho que ganar con propuestas sobre cambio de clima, mercado laboral, cuidado a dependientes, el futuro de Europa o paraísos fiscales. En las pasadas elecciones no tuvimos la oportunidad de un enfrentamiento real que ahora sí tendríamos», dijo.