Durante la protesta, las manifestantes corearon consignas contra las medidas “injerencistas” del presidente de EE.UU., Donald Trump, y pidieron a la comunidad internacional que “conciencie a la opinión pública” sobre la política de Washington.
Además, tras gritar lemas como “estadounidenses, asesinos de los pueblos”, exigieron al Gobierno norteamericano que ponga fin al racismo y reclamaron el cierre de las bases militares de EE.UU. y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
“El mensaje de la revuelta sigue siendo válido. Hoy protestamos contra los acuerdos de la compra de equipamientos militares entre Grecia y Estados Unidos, y la misión de asesoramiento de la OTAN en nuestro país”, afirmó Vasilis, uno de los manifestantes.
Al final de la protesta se produjeron escaramuzas entre la Policía y algunos manifestantes encapuchados, que lanzaron piedras y cócteles molotov contra los agentes en el barrio de Exarchia, en el centro de la capital griega. Los aproximadamente 5000 agentes desplegados utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los presentes.
Esta manifestación anual a veces se convierte en foco de protestas contra la política de austeridad del Gobierno heleno, aplicada desde el rescate de 2010. Ayer viernes, numerosas personas llevaban pancartas en las que se podía leer “viviremos libremente” y “ningún pensionista se prenderá fuego”.
La marcha de los estudiantes de Atentas conmemoraba los acontecimientos del 17 de noviembre de 1973, cuando los tanques del Ejército mataron a decenas de personas al cruzar la puerta principal de la Universidad Politécnica, ocupada por miles de estudiantes que pedían el final de la conocida como Dictadura de los Coroneles. Esta lucha se considera el principio del fin de siete años de opresión.
HispanTV.es
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