Por boca del mandatario norteamericano habló su par surcoreano. Así, tras la reunión que mantuvieron Donald Trump y Moon Jae-in. "Se ha logrado un acuerdo final sobre el levantamiento de todas las restricciones al peso de las ojivas de los misiles surcoreanos", dijo, para añadir que ambas naciones lograrán un nivel de cooperación "sin precedentes" para aumentar la capacidad de defensa de Corea del Sur.
A renglón seguido, como disociado, espetó: "Exigimos que Corea del Norte pare su desarrollo nuclear y retome las negociaciones"
Pero detrás de estos ofrecimientos y exigencias, subyace otra cosa más preocupante, según Fernando Moragón, presidente del Observatorio Hispano-Ruso de Eurasia.
"Aquí la trampa que hacen los norteamericanos es que utilizan el pretexto de Corea del Norte para justificar algo que no está tanto dirigido a ese país, como hacia China y Rusia"
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