Ese escudo dorado que adornaba la parte central de su camiseta, el que lo mostraba como el actual campeón de América, le dio alas a Chile. De nada valió la historia de Argentina, el peso de las dos estrellas que adornan su escudo y que recuerdan que dos veces fue campeón del mundo. Pesó más el karma de 23 años sin títulos, de unas páginas que registran la vuelta olímpica en Ecuador, en 1993, y que cada vez están más amarillas. La historia se escribe día a día y Chile, que hace un año no tenía ningún título, ahora celebra de nuevo, esta vez en la Copa América Centenario, frente a 82.026 espectadores que terminaron con los nervios de punta luego de 120 intensos minutos sin goles y de un desempate desde el punto penalti, que terminó 4-2.
¿Qué le pasa a Argentina? ¿Por qué un equipo que terminó invicto, que marcó 18 goles en los primeros cinco partidos y solo recibió dos, volvió a irse en blanco? ¿Qué está pagando su astro de estos tiempos, Lionel Messi, que con su club, el Barcelona, se cansó de ganar títulos, pero que con la albiceleste, a nivel de mayores, no ha podido festejar? Parece una maldición. Y Messi fue protagonista de ella: tuvo el primer cobro en el desempate y lo tiró por encima...
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