El líder de Crimea resaltó que la región se interesa por atraer a los turistas extranjeros pero indicó que la logística sigue siendo su problema principal.
"Tienen que viajar a Moscú o Krasnodar y solo después venir aquí, no hay vuelos directos, es el mayor obstáculo para los turistas extranjeros", explicó.
Aksiónov señaló que de momento un 90% de los que visitan la península son nacionales de Rusia.
Asimismo Aksiónov declaró que es hora de que los políticos occidentales acaben de reconocer el estatus de Crimea que ya nadie cambiará jamás.
"Para nosotros el reconocimiento no es una medida necesaria, vivimos ya normalmente, por el contrario, simplemente contamos con el sentido común de los políticos occidentales para que acaben de reconocer la situación existente, real, que ya nadie cambiará jamás", afirmó.
Según el líder, Crimea es parte de Rusia, y no necesita como tal un reconocimiento.
"Ya vivimos en nuestro país, todos los crimeos tienen cédulas de identidad", subrayó.
Además destacó el trabajo de inversores italianos en la península.
Un grupo de inversores italianos operan en la península de Crimea, reveló el jefe de la república, Serguéi Aksiónov.
"Algunos de los grandes inversores de Italia ya trabajan en la república de Crimea", dijo Aksiónov.
Agregó que con varios de ellos mantiene "buenas relaciones personales".
Aksiónov indicó que las delegaciones de Italia, también con participación de los diputados, visitaron Crimea en reiteradas ocasiones.
Crimea se reincorporó a Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que más del 96% de los votantes apoyaron esta opción.
La consulta popular se llevó a cabo un mes después del golpe de Estado que se produjo en Ucrania y que desencadenó un conflicto armado interno en el sureste de ese país.
Tres meses después del referéndum la Unión Europea impuso sanciones económicas a la población de Crimea por ejercer su derecho a la autodeterminación.
Sputnik
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