Y en efecto, este año fueron descubiertos huesos de 8.000 años de antigüedad. Pertenecían a personas que fueron enterrados de espalda, rodeados con ofrendas funerales: herramientas de piedra, objetos de hueso y muchas joyas hechas de piedras y huesos (en su mayoría dientes perforados de animales).
Entre los artefactos, probablemente sacrificiales, se encontró una pieza de escultura de piedra en forma de pez.
"Hay muchas cerca de Baikal, pero hasta ahora no se habían encontrado en nuestra región. Eran utilizados, al parecer, como accesorios para la pesca, como un cebo. Y también en la esfera ritual", cuenta el catedrático de la Universidad Estatal de Altái, Serguéi Grushin, citado por el medio local Altapress.
Otro de los hallazgos más interesante fue la tumba de un hombre que tiene cerca de su mano una vara de hueso, hecha de una costilla de alce. El objeto está decorado con una cabeza tallada de un alce. Según Grushin, durante el neolítico el alce era un objeto de caza. El entierro fue rodeado con una empalizada.
El promontorio a orillas del Chumish fue utilizado por diferentes generaciones, que solían escoger este lugar pintoresco para sus entierros. Así, en el mismo pozo arqueológico fueron descubiertos tanto restos de habitantes del neolítico, como de la Edad del Bronce Medio y la Edad de Hierro.
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