"Nuestra capacidad para controlar nuestros pensamientos es fundamental para nuestro bienestar. Cuando esta capacidad falla, conduce a uno de los síntomas más debilitantes de las enfermedades mentales: recuerdos obsesivos, alucinaciones, ansiedad patológica", explica el profesor Michael Anderson de la Universidad de Cambridge.
Con la ayuda de la resonancia magnética funcional y la espectroscopia de resonancia magnética, el equipo de Anderson ha logrado rastrear los cambios químicos del cerebro. El estudio ha sido publicado en la revista Nature Communications.
Los experimentos anteriores de este tipo permitieron establecer que cuando se suprimen las memorias, la actividad del hipocampo, la región del cerebro responsable de la memoria, disminuye. Sin embargo, no se conocían las razones de esto.
Los científicos de la Universidad de Cambridge han demostrado que la culpa la tiene el ácido gamma-aminobutírico (GABA).
Este aminoácido es el neurotransmisor inhibitorio más importante del sistema nervioso central de muchos mamíferos, incluidos los humanos. Cuanto mayor es su contenido en el hipocampo del paciente, más fácil es para él descartar pensamientos no deseados.
"Los estudios previos se han centrado en mejorar el funcionamiento de la corteza prefrontal. Nuestro trabajo muestra que es posible ayudar a los pacientes a deshacerse de los pensamientos obsesivos, aumentando el contenido de GABA en el hipocampo", señala Anderson.
Asimismo, explica que en el proceso químico de deshacerse de los pensamientos no deseados, los humanos activan las células del hipocampo que recibe señales de la corteza prefrontal.
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